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número 1

Cultura de izquierda en la epoca de la Derecha
Por Lian Hurst Mann

Utopía espera en un extremo del pueblo. O quizás no. En el otro extremo está Moda. Se acerca una a la otra cautelosamente. El sol está en su apogeo y sus pistolas están cargadas. Durante los cuatro minutos que dura su enfrentamiento, apuntándose con las armas, Moda ha cambiado su vestuario ocho veces. Amenaza a Utopía, diciéndole que tiene promesas que cumplir y momentos que garantizar. Dice que la quiere y tiene que entregarla a sus simpatizantes al ponerse el sol...
Barbara Kruger
Remote Control, 1993

La ideología fascista se transforma una vez más de amenaza disfrazada en contendiente descarado a lo largo y ancho de la Europa recapitalizada y por todos los Estados Unidos. Los secuaces de la mafia gobiernan las calles de Moscú. La Republica Popular China no ofrece ni democracia ni socialismo. Dentro de este contexto histórico, parece apropiado hacer una reevaluación de la función de la cultura en la organización política de la izquierda. En un mar de desorientación ideológica, el análisis de AhoraNow sobre la relación entre arte y política se guía por tres puntos:

1. La cultura no es entretenimiento, un mero espectáculo secundario de la política. La cultura es el mecanismo ideológico que convierte las experencias vividas en consciencia. "El ser social crea la conciencia social" dijo el viejo Marx en pocas palabras. La cultura traza el campo de batalla en la que lucharemos por la cordura como individuos, y por la identidad de nuestros pueblos distintos.

2. La industria cultural de la sociedad burguesa ha logrado la hegemonía a nivel mundial, es decir, la colonización del inconsciente, la dominación por consentimiento. La cultura popular es la segunda exportación más importante en el comercio internacional de los E.U. La representación de clase, raza, género y cada "cuento" histórico por parte de esta industria intenta determinar los parámetros del pensamiento popular por todo el mundo. No obstante, los pueblos en lucha siguen represen-tándose a sí mismos, usando una gran variedad de estrategias en su resistencia.

3. La producción cultural de la izquierda debe, y puede, ahora guiarse por una estrategia de construcción crítica: el aspecto crítico se basa en las lecciones aprendidas del estudio crítico de las industrias culturales tanto burguesas como del socialismo estatal, mientras que el aspecto constructivo reconoce la naturaleza productiva inevitable de toda actividad humana, y además se prepara para tomar acción.

Por lo tanto, dicha estrategia debe aprovechar e incorporar prácticas aparentemente contradictorias. Primero, debemos infundir el trabajo cultural de resistencia con el conocimiento de los peligros de lo que Herbert Marcuse llamó "cultura afirmativa" (por ej., la difusión masiva de cómo Oprah Winfrey llegó de la pobreza a la riqueza al mismo tiempo que los medios de información de los E.U. promueve la criminalización de la pobreza, o la promulgación de las imágenes de trabajadores chinos contentos que se enfilan ordenadamente hacia MacDonald's mientras que la juventud china se obsesiona con la pseudocultura del Karaoke, o la campaña publicitaria multilingüe que convierte los pantalones khaki del GAP en los más populares del mundo). Segundo, aún debemos superar los reportajes deconstructivos y escandalosos, arriesgándonos a promover la afirmación de los impulsos genuinamente utópicos de la gente que añora la libertad (por ej., la exhibición visionaria de la fotógrafa afroamericana Carrie Mae Weems llamada "y 22 Millones de Personas Muy Cansadas y Enfurecidas", o la exhibición móvil de los rusos Komar y Melamid que versa sobre la "Propaganda Monumental" del Realismo Socialista, o la obra política "El Aire Mortal de Los Angeles Mata el Dadda-Puppen" de la artista angelina Bianca Kovar). Dicha añoranza, presentada de nuevoen las instancias múltiples de construcción crítica, puede aglutinar un clamor internacional que seguramente se intensificará a medida que la hegemonía global introduce el MTV a las zonas remotas de New Zealand, los pantalones de mezclilla Guess a las aldeas de Malasia y la Coca Cola a los niños hambreados de Africa.

Esta práctica cultural constructiva puede fusionar las vanguardias artísticas con los movimientos políticos de izquierda. Así, AhoraNow, en sí un experimento de la producción cultural, luchará por concebir el arte y la política como un todo integral. lian hurst mann
is a founding member of the Strategy Center and co-editor of Reconstructing Architecture: Strategies for Social Practice (1996). Ella es Disenadora Editorial de AhoraNow.